Blogia
El Blog de la Hiperactividad

Hiperactivos: siempre «en marcha»

Hiperactivos: siempre «en marcha»
Se ha avanzado mucho en el conocimiento del déficit de atención e hiperactividad, pero sólo un 0,1 por ciento está diagnosticado. La asignatura pendiente es promover medidas educativas para facilitar la adaptación del niño al entorno escolar y familiar
Mario Lázaro Cerván tiene 19 años y estudia primero de ingeniería técnica de Minas. En los exámenes de febrero ha sacado buenas notas, una media de notable, salvo en cálculo, que le ha quedado pendiente. Hace algo más de ocho años, la situación era muy distinta. Era el típico niño que no paraba un momento —«no podía»— y le acababan de diagnosticar TDAH (Trastorno de Hiperactividad y Déficit de Atención), una patología cuya prevalencia oscila entre el 2 y el 5 por ciento de la población infantil, siendo más frecuente en niños (cuatro veces más).
Para Mario el diagnóstico supuso alivio porque alejaba sus temores de estar loco y explicaba por qué no podía comportarse como sus compañeros: «No tenía amigos y me sentía desplazado del grupo, no me aceptaban, era agresivo. En clase me sentía inferior porque los demás podían hacer las cosas a la primera y yo necesitaba muchos más intentos para conseguirlo. Cuando me dijeron lo que pasaba pensé que valía la pena intentarlo las veces que hiciera falta».
Desde pequeño estaba convencido de que no hay que tirar la toalla. La medicación —«fundamental, porque te ayuda a concentrarte» y que ya no necesita— y una buena planificación, con metas a conseguir y horarios bien establecidos, le han ayudado a llegar hasta aquí. Y es que aunque tiene un claro componente genético, el entorno es fundamental para que el TDAH adquiera más o menos gravedad, apuntan en la Asociación de Niños con Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención (Anshda).
Pero aún pervive el recuerdo de aquellos días: «Nadie puede comprenderlo si no lo ha pasado. Quieres aprender a leer y no puedes. O haces lo primero que se te pasa por la cabeza —impulsividad—, aunque después lo pienses y entiendas que esta mal. No es un problema de educación, es que no puedes evitarlo».
Para conocer mas consultar el artículo completo:

0 comentarios