Luis Álvarez, Paloma González-Castro, José Carlos Núñez, Julio A. González-Pienda y Ana Bernardo



Universidad de Oviedo



Los problemas atencionales ocurren con elevada frecuencia, tanto en el ámbito clínico como en el ámbito escolar, quejándose el profesorado de falta de atención en más de la mitad de sus alumnos. Se deben estos problemas a que la atención está directamente implicada en la recepción activa de la información, tanto desde el punto de vista de su selección y reconocimiento como del mantenimiento de la actividad psicológica. Tal implicación debe ser regulada por el propio sujeto mediante la utilización de determinadas estrategias atencionales, relacionadas con procesos, tanto de tipo cognitivo como afectivo-motivacional, siendo la interacción entre ambas la que va a determinar la capacidad de concentración necesaria para la ejecución de las actividades propuestas.







 

Esta concepción estratégica e interactiva de la atención es una consecuencia de la evolución que han ido experimentando los modelos clásicos de recursos limitados hacia los modelos más actuales de activación. Estos últimos no asumen la limitación de la capacidad atencional, puesto que la atención, al actuar como un mecanismo activo y constructivo, se modifica con la práctica, generando cada sujeto un potencial atencional propio.



Este avance en los modelos explicativos de la atención tiene una clara incidencia en los procesos de atención sostenida, porque hablar de potencial, en lugar de limitación atencional, genera unas expectativas y posibilidades de cambio mucho mayores que las previstas en los modelos clásicos, debido a su carácter estático y de menor flexibilidad. De ahí que los problemas académicos que generan los déficits de atención sostenida, por ejemplo, en el aprendizaje de la lectura, en la comprensión lectora, en la resolución de problemas o en el control de la conducta, no se puedan resolver exclusivamente con apoyo farmacológico o con técnicas de neurofeedback, puesto que la mejora de la activación cortical, aunque facilita la ejecución de las tareas, no se considera suficiente para promover la mejora de la aplicación de la atención sostenida a tareas y actividades académicas específicas.



Para ello, se necesita un entrenamiento adicional (cognitivo, estratégico y motivacional) que lo potencie, para que, de esta forma, cada sujeto pueda darle a la activación alcanzada (farmacológica o mediante neurofeedback) una vertiente aplicada. Por este motivo, se introducen tareas atencionales informatizadas (TAI), con el fin de combinar activación cortical y ejecución directa.



Las TAI son bancos de actividades, graduadas por dificultad, edad y nivel educativo, que van a facilitar la ejecución de actividades concretas. Dichas actividades están publicadas por la editorial Cepe, con el título ¡Fíjate y concéntrate más! Se concretan en cuatro CDs, correspondientes a cuatro niveles de intervención: nivel 1 (6-7 años), nivel 2 (8-9 años), nivel 3 (10-11 años) y nivel 4 (12 años en adelante).


Las actividades de cada CD se organizan en torno a cuatro objetivos: a) reproducir totalmente o en parte modelos iguales u opuestos a otros dados, b) retener mentalmente elementos o modelos para reproducirlos o asociarlos con otros, c) colocar en un orden determinado los elementos de un conjunto conocido y d) establecer relaciones entre elementos de acuerdo con unas condiciones, los cuales se alcanzan una vez realizadas con éxito un 80% de sus actividades.








Los resultados obtenidos de la aplicación de estas actividades a una muestra de 64 sujetos con déficit de atención sostenida y edades comprendidas entre 10 y 16 años, evidencian la eficacia de la intervención con este tipo de actividades, las cuales implican un mayor control ejecutivo sobre tareas específicas del ámbito escolar. De todo ello, concluimos la necesidad de aconsejar tanto a padres como a profesores, sobre la eficacia de combinar cualquier apoyo farmacológico para el déficit de atención con tareas y actividades específicas, sobre todo, en lenguaje informático que generen en los estudiantes una mayor cantidad y calidad de su capacidad de concentración.


 



El artículo original en el que se basa este trabajo puede encontrarse en la revista International Journal of Clinical and Health Psychology: Álvarez, L., González-Castro, P., Núñez, J. C., González-Pienda, J. A., Bernardo, A. (2008). Evaluación y control de la actividad cortical en los déficit de atención sostenida. International Journal of Clinical and Health Psychology, Vol. 8 (2), 509-524.